Su propio nombre no lo puede expresar mejor: Gran Paradiso. Y es que esta montaña, siendo la única que supera los 4.000 m de altura estando enteramente dentro de territorio italiano, se encuentra enclavada en un auténtico paraíso natural. Es quizá la mejor opción para iniciarse con los cuatromiles de los Alpes y en este artículo te ofrecemos una completa guía para que tú también puedas ir allí y disfrutarla al máximo
El Gran Paradiso, o Grand Paradis en francés, es un hermoso macizo montañoso ubicado al noroeste de Italia, en el corazón del Parque Nacional del Gran Paradiso. El pico, a pesar de ser uno de los cuatromiles más frecuentados de los Alpes, es de los que produce mejores sensaciones al ascenderlo, por las vistas que ofrece y porque llegar a su cumbre exige un esfuerzo considerable, al no existir en el valle remontes instalados que faciliten la ascensión.
Existen 2 itinerarios principales para llegar a la cumbre: el que pasa por el Refugio Chabod y el que lo hace por el Refugio Vittorio Emanuele II. Esta guía describe en detalle la segunda opción, que es además la ruta normal de ascenso, la de su cara oeste.
Si estás pensando en ir a Alpes para ascender tu primer cuatromil, nuestra recomendación es que optes sin duda por el Gran Paradiso. Si tienes planes más ambiciosos, como la ascensión del Mont Blanc, igualmente esta montaña te va a venir genial para realizar el proceso de aclimatación.
Es una ruta larga y exigente que recomendamos dividir en 3 etapas, pero realmente merece la pena porque es preciosa. De esas que dejarán huellas imborrables en tu memoria. ¡Vamos allá!
¿Qué necesitas para ascender al Gran Paradiso en verano?
Siempre nos gusta incluir una pequeña lista de aquellos elementos o factores imprescindibles con los que debes contar si te planteas esta ascensión:
- Crampones, piolet y casco.
- Arnés y cuerda, aconsejables.
- Material de acampada o vivac.
- Pantalones de trekking de invierno, camisetas sintéticas, forro polar, impermeable y chaqueta.
- Botas rígidas o semirígidas.
- Bastones de trekking.
- Botiquín y elementos de primeros auxilios.
Y, por supuesto, buena forma física y experiencia en alta montaña, al menos en los tresmiles del Pirineo. A nivel de material necesario suele decirse que acometer un cuatromil de los Alpes en verano es equivalente a ascender un tresmil de Pirineos en invierno (con buenas condiciones climáticas), y realmente es así.
Los glaciares de los Alpes son enormes, poco tienen que ver con los que encontramos en los Pirineos. Por tanto, tendremos que estar preparados y llevar el material adecuado.
Por último, es muy recomendable contar con una buena guía o mapa detallado para llevar encima:
Características de la ascensión al Gran Paradiso
- Punto de inicio: Pont (2.000 m)
- Punto final: Pont (2.000 m)
- Días de marcha: 3 días
- Distancia: 20 km
- Desnivel: 2.100 m
- Inclinación máxima: 35º
- Dificultad técnica: moderada
- Dificultad física: exigente
A continuación te explicaremos en detalle cada una de las etapas de la ruta pero, como adelanto, puedes visualizar la ruta en vídeo aquí:
Día 0: Llegada a Pont
Llegar hasta Pont, el punto de inicio de la ruta, ¡es ya toda una aventura! Y es que, poniendo que iniciamos nuestro viaje en Madrid, nos separan nada más y nada menos que 1.500 km en coche, o lo que es lo mismo, unas 16 horas de viaje (sin paradas).
Paciencia y a tomárselo con filosofía, lo ideal es que realices este viaje sin prisa. Madruga y sal de casa lo más pronto que puedas, para disponer de todo el día por delante para llegar hasta el Camping Pont Breuil Di Blanc Remo (2.000 m), donde pasaremos la noche para iniciar el ascenso al día siguiente.
En este largo trayecto pasaremos al lado de ciudades muy bonitas, como Perpiñán o Montpellier. Nuestro consejo es que trates de no entretenerte mucho en estos lugares, ya sabes, sin prisa pero sin pausa, porque no nos interesa llegar excesivamente tarde a la zona de camping.
En el viaje atravesaremos también el famoso Túnel del Mont Blanc, 12 km interminables en línea recta que por el «módico» precio de unos 40€ nos permite ahorrar muchos kilómetros para pasar al lado italiano.
Día 1: Acampada en los alrededores del Refugio Vittorio Emanuele II
A nosotros nos suele gustar más cargar con nuestra tienda de campaña y ser totalmente autosuficientes en las pernoctas, evitando en la medida de lo posible las aglomeraciones del los refugios. Pero esto, como todo, es cuestión de gustos.
Si tu idea es pasar la noche en el Refugio Vittorio Emanuele II (2.735 m), te recomendamos que reserves plaza con bastante antelación, ya que en verano suele tener bastante afluencia de gente.
Dicho esto, en el itinerario de esta primera etapa desde el camping hasta el refugio tendremos que afrontar un desnivel de unos 750 m, por sendero muy bien marcado y cómodo. El camino discurre inicialmente paralelo al río y enseguida nos desviaremos hacia la izquierda, para comenzar a ganar altitud bastante rápido a través de una serie de zig-zags.
Si vas con todo el equipo a cuestas, como en nuestro caso, paciencia. Es bastante peso a la espalda, pero tenemos todo el día por delante y el camino es realmente bonito. Si es tu primera vez en los Alpes, las vistas van a sumergirte en tal estado de éxtasis que te olvidarás del peso que llevas 😉
Tómatelo con calma, en unas 3 horas y media, antes de que te des cuenta, habrás llegado al refugio y tendrás toda la tarde por delante para descansar y coger fuerzas para el día siguiente.
Como comentábamos, a nosotros nos suele gustar montar nuestra tienda de campaña alejados de las aglomeraciones de gente. Si este es también tu caso, te recomendamos que continúes un poco el camino pasado el refugio.
Aproximadamente a unos 200 m de este, después de atravesar una zona algo incómoda de grandes bloques de roca, encontrarás unas zonas muy bonitas preparadas para vivac, algunas incluso con agua al lado para cocinar.
En nuestro caso decidimos acampar en uno de esos vivacs, cuyas coordenadas son:
45º 30′ 55» N | 7º 13′ 52» E
Y cuyas vistas no pueden ser más espectaculares:
Hacia media tarde comenzó a formarse una tormenta que auguraba lo peor, pero que finalmente no llegó a ocasionarnos ningún problema y nos dejó una estampa de atardecer inolvidable…
Una vez estés totalmente instalado/a, trata de dejar todo listo y preparado para el día siguiente antes de irte a dormir. Nuestra recomendación es que prepares la mochila con lo indispensable para acometer la subida a la cumbre y el resto lo dejes en la tienda de campaña. Programa la alarma para las 04:00 h aproximadamente.
Día 2: Cumbre del Gran Paradiso
Un día duro el que tenemos por delante. Nos separan unos 1.300 m de desnivel hasta la cima, transcurriendo casi todo el tiempo por encima de 3.000 m, con el agotamiento extra que ello conlleva. Pero tenemos todo el día por delante, así que despacito y buena letra.
En nuestro caso comenzamos a caminar hacia las 04:00 h, tras haber desayunado y dejado todo el material que no necesitábamos para ese día recogido y guardado dentro de la tienda de campaña.
El primer tramo, hasta que lleguemos a la entrada del glaciar, es una extensa zona de rocas en la que tendremos que realizar alguna trepada sencilla en algún momento, y bajo la luz del frontal, encima. Lo dicho, despacito y con cuidado.
Nosotros alcanzamos la entrada del glaciar con las primeras luces del día, y aprovechamos para equiparnos con el material necesario antes de acometer la primera pendiente helada (crampones, piolet, casco y cuerda).
Por precaución llevábamos una cuerda para encordarnos en caso de encontrar grietas en el glaciar y así evitar un disgusto. Como siempre, esta es una decisión que depende bastante de la experiencia de cada uno. Mirando en perspectiva, ahora quizá no habríamos cargado con la cuerda en esta ruta, pero como decimos, esto depende de lo cómodo/a que te sientas en base a tu experiencia.
Es muy importante que cuentes con experiencia previa en alta montaña y en manejo de crampones y piolet antes de adentrarte en un glaciar como el del Gran Paradiso. Si no cuentas con esta experiencia, nuestro consejo es que contrates los servicios de un guía profesional de montaña antes de aventurarte por tu propio pie.
A partir de este punto se trata de seguir con cuidado la marcada huella existente por la cantidad de personas que pasan por aquí a diario. Poco a poco iremos ganando altura y las vistas irán volviéndose cada vez más impresionantes.
Finalmente, tras una buena paliza física, nos encontraremos encaramando las últimas pendientes, posiblemente las más inclinadas de toda la ascensión. Eso sí, el ambiente en el que nos econtramos en este punto es tal que no podemos dejar pasar la ocasión de plasmarlo en una fotografía:
Y ahora sí, tras el enorme esfuerzo realizado, nos encontramos por fin en la cima del Gran Paradiso, con un auténtico espectáculo visual ante nuestros ojos…
Conviene mencionar que la cima del Gran Paradiso está formada por un bloque de roca con una estatua de una virgen enclavada en él (La Madonna). Para acceder a la cima misma, donde se encuentra la virgen, es necesario superar un sencillo paso de roca muy muy expuesto, pero bien equipado con anclajes. El inconveniente aquí es la espera necesaria para poder atravesarlo, debido a la gran cantidad de personas que suele encontrarse en él.
Si te ves con confianza y no te importa esperar un poquito, adelante. Si no, ¡puedes darte igualmente por satisfecho/a!, pues de igual manera has llegado hasta arriba del Gran Paradiso, a escasos metros de la estatua.
Descenso
El descenso, como es habitual, es la parte donde debemos llevar más cuidado. El cansancio de la paliza, la deshidratación y la altitud pueden jugarnos una mala pasada. Por tanto, máxima concentración y con mucho cuidado debemos deshacer el camino seguido para el ascenso.
Si vas bien de tiempo y de fuerzas, puedes plantearte llegar a la tienda de campaña, recoger todo y bajar del tirón hasta el camping. El esfuerzo físico que esto conlleva es muy considerable, por lo que nuestro consejo es que deshagas tranquilamente el camino hasta la tienda, llegues allí, descanses y pases la tarde disfrutando de las vistas y del entorno. A la mañana siguiente puedes bajar hasta el camping sin prisa.
¡Y esto es todo! Como habrás podido comprobar, este lugar es un auténtico paraíso, como bien augura su nombre. Esperamos que tras haber leído nuestro artículo te hayan entrado ganas de ir hasta allí y recorrer tú también este precioso itinerario. Si es así y tienes cualquier duda, te animamos a que nos preguntes abajo en los comentarios 😉
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